Top 5: Descubrimientos más inusuales encontrados en el ámbar.

Como se ha visto anteriormente, el ámbar es una resina prehistórica capaz de contener vestigios fosilizados de flora y fauna que datan sobre los 10 millones de años en perfecto estado de conservación, ha sido un elemento importante para la ciencia y estudios sobre la historia de la tierra al convertirse en una herramienta o una ventana más clara sobre cómo pudo ser la vida en el pasado.

En esta ocasión hablaremos sobre un tema especial ¿Cuáles podrían ser considerados los descubrimientos más inusuales que se han encontrado dentro del ámbar? Aquí te mostramos el top cinco de hallazgos únicos encontrados hasta ahora…

1. Lagarto prehistórico

Se trata de un ejemplar de reptil joven, de hace 110 millones de años (periodo cretácico), cuya especie era desconocida hasta ahora y extraña por los rasgos presentados en su estructura; fue encontrado dentro de un ámbar en una mina de Hkamti en Myanmar, Birmania, una de las minas del mundo que ha proporcionado la mayor parte de los vertebrados fósiles descritos hasta el momento. El pequeño lagarto fue bautizado como Retinosaurus hkamtiensis.

 

 

Lagarto fosilizado, inclusionado en ámbar

Muestra 3D espécimen

 

 

Dentro de la piedra se puede observar la mitad del esqueleto articulado del animal donde se puede apreciar el cráneo y tejido cutáneo en buen estado: elemento que es muy raro raro de encontrar  en una criatura fosilizada, atrapada en el ámbar por tantos milenios y recuperada casi por completo al momento de la extracción, es cierto que faltan elementos de la parte posterior como las patas traseras y cola pero el estado de conservación es increíble ya que el tejido blando tiende a la descomposición inmediata. Esto lo convierte en uno de los descubrimientos en ámbar más especiales por todas las ventajas y elementos que permitieron un estudio más completo de inclusiones encapsuladas en una era casi desconocida para el hombre. Incluso se realizaron tomografías computarizadas al espécimen para recrear el aspecto que pudo haber tenido y del patrón de las escamas en tercera dimensión, dándonos un panorama más cercano a la realidad del tejido en los dinosaurios.

2.- Descubrimiento de coloración real en insectos prehistóricos.

Aunque los insectos, plantas o cualquier tipo de material orgánico que queda atrapado en el ámbar es visible con una fidelidad impresionante del organismo tras ser una resina cortada y pulida, por lo general estos presentan una coloración oscura y opaca debido a que el cuerpo se daña de forma natural por procesos de descomposición con el tiempo, esto quiere decir que en realidad solo podríamos especular sobre su apariencia y color, además de que la composición química del ámbar oscurece los tonos reales que pudieron haber tenido. Sin embargo; un grupo de científicos del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia de Ciencias de China (NIGPAS) ha logrado descubrir la verdadera coloración de ciertos especímenes de insecto de más de 99 millones de años de edad a través de un proceso que consiste en la apilación de captaciones microscópicas de color en su estructura externa.

Diversos insectos de color estructural en ámbar del Cretácico del norte de Myanmar
POLITICA SOCIEDAD
NIGPAS

El color conservado en el ámbar se llama coloración estructural; el cual se debe a la estructura microscópica del organismo.

Los investigadores tras un proceso de corte y microscopía electrónica han logrado revelar los colores metálicos de distintos insectos como avispas, escarabajos, moscas entre otros. Esto ha sido un descubrimiento importante ya que no solo nos permite conocer la apariencia de estas especies; sino también sus zonas de distribución y hábitos de vida en base a su coloración.

 

3.- Conservación de un caracol dando a luz a sus crías.

Un grupo de paleontólogos hicieron este curioso descubrimiento; un ámbar de 99 millones de años que preservo el momento en que un caracol estaba dando a luz a sus 5 crías.

 

No es raro encontrar conchas dentro del ámbar, pero este caso es muy inusual ya que se puede observar la piel de los especímenes juntos con sus conchas en buen estado.

Es casi imposible que el tejido blando de animales como los caracoles se conserve después de quedar atrapados en resina por lo delicado de este, sin embargo en este ejemplo no solo la piel se preservó si no que se puede observar el momento en que la madre estaba pariendo antes de ser aplastada y atrapada por la resina del árbol junto con su descendencia que tenía poco tiempo de haber nacido.

Estos caracoles pertenecían a la especie Cretatortulosa gignens, que, a diferencia de sus parientes actuales, esta se caracterizaba porque podían nacer directamente de su progenitor sin la necesidad de eclosionar tal como los mamíferos.

4.- Unas alas de 100 millones de años de antigüedad.

Aunque por lo general es más común encontrar pequeños insectos y hojas encapsulados dentro de ejemplares de ámbar, se han descubierto dos piezas particulares que contienen lo que parece ser alas de aves prehistóricas jóvenes de casi 100 millones de años (bautizadas como “Angel Wing» y «Rose»), en el cual se pueden apreciar vértebras, articulaciones, piel e incluso plumas: tanto primarias como secundarias, muy parecidas a las de aves de nuestra época.

Ambas piezas fueron extraídas de una mina situada en Angbamo, al noreste de Birmania y se cree que podrían pertenecer a un ejemplar de Enantiornithes: un espécimen de dinosaurio aviar del cretácico.

Han sido un descubrimiento de suma importancia: estamos hablando de las primeras muestras de plumaje cretácico y una prueba de la posible existencia de especímenes de dinosaurio que poseían plumajes parecidos a las aves modernas.

 

5.- Pequeña cría de ave prehistórica.

Otro hallazgo parecido al anterior, pero más sorprendente, al ser uno de los fósiles más completos encontrado hasta ahora: un polluelo de pocos días de vida del cretácico, aproximadamente 99 millones de años de edad, perteneciente a la misma especie que las alas encontradas en Birmania (Enantiornithes).

 

Se puede observar la mitad de la cría preservada en buen estado donde se puede distinguir la piel, un plumaje marrón y plateado, cabeza y una pata a simple vista.

Este descubrimiento proporciona más información sobre las aves prehistóricas con molares y las diferencias que existen con especímenes modernos.

 

Como puedes observar: el ámbar esconde diversos misterios y tesoros inusuales del pasado en su interior, convirtiéndose en una verdadera cápsula del tiempo.

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Fuentes:

-Revista Nature

– https://newsweekespanol.com

– https://historia.nationalgeographic.com

– https://www.lavidaes.org